En el año 1531 la Virgen de Guadalupe visitó de una forma especial
a este Pueblo Mexicano. Desde entonces, es nuestro modelo de seguimiento de
Jesús y nuestra principal intercesora ante él. Cada 12 de diciembre recordamos
con especial afecto esta gracia yendo a visitarla hasta su casa. Pero este año
2020 no será posible visitarla en el Tepeyac a causa de la pandemia del
COVID-19.
Sin embargo, esto no es una rotunda mala noticia. Detrás de
ella hay una muy buena noticia: el papa Francisco concederá, a
petición del Cardenal Carlos Aguiar Retes, la indulgencia plenaria a
quienes celebren desde su casa a la Virgen de Guadalupe, siguiendo la transmisión
en vivo de alguna celebración Eucarística en honor a la Morenita del
Tepeyac.
"Le he pedido al Santo Padre, el Papa Francisco, que nos concediera para motivación, aliento y esperanza, que los devotos reciban en su casa la indulgencia plenaria, con la cual pueden unirse en favor de sus hermanos difuntos. Como un consuelo, el Papa lo ha concedido, y en estos días próximos haremos llegar en distintas formas de comunicación las condiciones que habitualmente se tienen para la indulgencia plenaria". Cardenal Carlos Aguiar.
¿Qué es una indulgencia?
Entender
por qué esto es una buena noticia requiere conocer con mayor detalle qué es una
indulgencia, cuántos tipos hay y las gracias que trae:
· Una indulgencia es la remisión ante Dios de
la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa mediante
el Sacramento de la Reconciliación.
· Las indulgencias pueden ser parciales o
plenarias, según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o
totalmente.
· Todo fiel puede ganar para sí o para algún difunto
las indulgencias parciales y/o plenarias.[1]
Las penas del pecado
Se debe
tener en cuenta que el pecado produce en notros una “doble pena”: la “eterna” y
la “temporal”. La “pena eterna” es la privación de la comunión con Dios ocasionada
por el pecado grave, la cual nos hace incapaces de la vida eterna. La “pena
temporal” es el apego desordenado a las criaturas que entraña todo pecado,
incluso el venial, el cual es necesario purificar.[2] Dicho
en otras palabras, es como una especie de rastro que deja todo pecado y que es
necesario limpiar.
El
perdón del pecado y la restauración de la comunión con Dios implican la
remisión de las penas eternas del pecado mediante el Sacramento de la
Reconciliación. Aunque las penas temporales del pecado permanecen, éstas pueden
ser purificadas mediante las indulgencias.[3] He ahí
su gran importancia.
¿Cómo se gana una
indulgencia?
Para
ganar alguna indulgencia plenaria es necesario cumplir con las condiciones
particulares que determina el Santo Padre por mediación de la Penitenciaría
Apostólica de la Santa Sede, además de…
· Confesarse.
· Asistir a misa (seguir alguna transmisión en
vivo de alguna misa)
· Comulgar en gracia de Dios (a la brevedad
posible debido a la pandemia).
· Orar por las intenciones del Papa con un Padre
nuestro, Ave María y Credo.
En este
caso específico, las condiciones particulares que ha determinado el Papa
Francisco son celebrar a la Virgen de Guadalupe desde casa y seguir alguna transmisión
en vivo de alguna Eucaristía en honor a ella.
Aprovecha
que este año nos visitará de nuevo la Virgen, pero ahora de una forma especialísima:
hasta nuestra casa y trayéndonos el regalo de una indulgencia plenaria. Ten conciencia
que no es oportuno hacer aglomeraciones de gente en ningún lugar. Celebra a la Guadalupana
desde casa, gana la Indulgencia plenaria otorgada por el papa Francisco y no hagas
celebraciones con demasiadas personas con pretexto de esta fecha tan especial
para el Pueblo Mexicano.
Fraternalmente
Iván Ruiz Armenta
¡Paz y Bien!
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