Hace poco releía El laberinto de la
soledad, esa célebre obra de Octavio Paz en la que se pregunta desde el inicio
por la esencia y las singularidades de “lo mexicano”. Dentro de sus
intuiciones, Octavio Paz afirma que nuestra existencia -particular,
intransferible y preciosa- se revela en la adolescencia, pues es ahí donde uno
comienza a “desarrollar la propia conciencia” y a “sabernos solos”. Los
adolescentes, a diferencia de los niños y de los adultos que tienen el juego y el
trabajo -respectivamente- para olvidarse de su soledad, se encuentran vacilantes y en suspenso,
pues ya han abandonado la infancia -el sólo juego-, pero no han llegado a la
adultez -el trabajo-. Ante ellos se muestra un campo abierto de un sinfín de
posibilidades. Debido a esto es la adolescencia se presenta como la “edad de la
interrogación”.
Lo escrito por Octavio Paz me
llevó a reflexionar sobre si en la vida cristiana también podemos hablar de “etapas de vida en
la fe” con los parámetros de O. Paz. Es decir, si también hay cristianos con una fe “infantil”, “adolescente” y/o “adulta”.
Después de un rato de pensar, mi respuesta fue que sí podíamos hablar de estas
etapas de la vida de fe de un cristiano. De ahí que ahora puedo lanzarles una
pregunta ¿alguna vez se han preguntado por la etapa de la vida de fe en la que se encuentran? Téngase en cuenta que la “etapa de vida biológica” que hoy se tiene
no siempre coincide con la “etapa de vida de fe”. Es decir, no porque biológicamente
se esté en la etapa madura de la vida, significa de manera inmediata o
proporcional que la etapa de vida de fe sea igualmente “madura”.
Para responder a esta
pregunta, pensemos en las tres etapas de vida biológica que O. Paz señala: la infancia,
la adolescencia y la madurez. Podemos ir caracterizando cada una de estas
etapas biológicas de manera comparada con la vida de fe:
La “fe infantil” es sinónimo
de una fe que lo cree absolutamente todo; se trata de una “fe ciega” que cree
todo sin cuestionar si eso que está creyendo es digno de ser creído. Claro que
todo cristiano comienza con este tipo de fe. Eso no es lo malo. Lo realmente lamentable
es que el cristiano siempre se quede con una “fe de catecismo infantil”. Que se
limite a aprender -y después olvidar- sólo lo básico de la doctrina cristiana,
tal como se aprenden las tablas de multiplicar o los elementos químicos, olvidándose
por completo de la dimensión existencial de la fe.
La “fe adulta”, por su parte, es
aquella que ya ha alcanzado una madurez no sólo religiosa o cristiana, sino también
humana y ética. Es la etapa de vida de fe en la que lo que se cree es porque ya
ha sido “comprobado” como digno de ser creído. Sin duda, éste es el tipo de fe
que todos los cristianos debemos aspirar a tener. Empero, la fe adulta definitiva
sólo será posible cundo estemos delante del Misterio, donde ya no haya lugar
para la más mínima duda de su gloria.
No se les olvide la invitación a este encuentro virtual para fortalecer nuestro espíritu. |
Por último, pero no menos importante, la “fe
adolescente” (en la que quiero enfatizar más) es aquella fe que, comparada con la
caracterización de la adolescencia que presenta O. Paz, está en búsqueda de descubrir su propia
identidad. Se trata de una fe ávida, inquieta, en búsqueda permanente de la Sabiduría.
Este tipo de fe busca siempre asumir el ejemplo del profeta Jeremías cuando
éste le dice a Yahvé que cuando veía sus palabras las devoraba, pues para el profeta
-joven, por cierto-, eran gozo y alegría de corazón (Cf. Jr 15,16).
Me parece que es deseable que todos
tengamos esa “fe adolescente” que siempre busca más de Dios, de su cercanía, de
su consuelo y sabiduría. Una fe adolescente que nos haga andar un camino hacia
la fe adulta y así salir de la “minoría de edad religiosa” que representa el
quedarse sólo con el catecismo de la infancia. Pero la pregunta queda abierta
para cada uno de ustedes hermanos(as): ¿En qué etapa de tu vida de fe es en la que
te encuentras? ¿En la fe infantil? ¿En la fe adulta? ¿En la fe adolescente?
No olvides suscribirte a este blog o a nuestro grupo de WhatsApp y visitarnos en Youtube, Facebook y Spotify
No hay comentarios:
Publicar un comentario