03 enero 2021

FIESTA DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR LA PEREGRINACIÓN DE TODOS LOS PUEBLOS.

 


Celebramos el día de hoy la fiesta de la Epifanía del Señor, narrado este acontecimiento en el evangelio de san Mateo, unos magos de oriente siguen una estrella, van en busca del rey de los judíos, llegan a Jerusalén donde se encuentra el poderoso rey Herodes, y al no encontrar razón vuelven a seguir la estrella, la cual los guía hasta el pesebre de Belén, donde encuentran al Niño con sus padres. Después de adorarlo, nos dice el texto evangélico, los sabios volvieron a su tierra por otro camino.

 

 

            Una fiesta, que desde el relato evangélico, es rica en figuras y significados. Aquellos sabios de oriente se ponen en camino, buscan al rey de los judíos, son conocedores de las profecías de Dios para este pueblo, son hombres buscadores de cosas nuevas, de esperanzas que alientan el alma y la vida, son buscadores de lo trascendente. Estos hombres representa a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos que son buscadores, de lo nuevo, de lo trascendente, de lo infinito. 

 

 

            Aparece una estrella. Para iniciar un camino es necesario seguir señales y estar muy atento a ellas, porque hay señales que pueden confundir,  que solo son momentáneas o que conducen a lugares, cosas o personas que no satisfacen el corazón del hombre que busca. Es importante seguir las señales que nos van llevando por un camino en concreto, un camino en el que nosotros mismos desde nuestra conciencia vamos sintiendo que es el correcto, que vamos bien.

 

 

Y esas señales que seguimos en concreto nos llevan hasta donde esta Aquel que satisface el corazón del hombre, Aquel que tanto buscamos, el que es nuevo y nos ofrece novedad, cambio, felicidad, otros horizontes, otra manera de ver y vivir la vida. Los sabios de oriente llegan a Jerusalén, la ciudad santa, con la grandeza del templo y el poder de Herodes, pero identifican muy bien, allí no está lo que buscan, la grandeza material y el poder humano no son los que colman el corazón humano, por eso siguen su camino. Llegan al pesebre, y encuentran al Niño con su madre. Ese Niño es al que buscaban, en la humildad e insignificancia de ese chiquillo encuentran el consuelo del corazón que tanto buscaban. Es una experiencia única, muy persona, el corazón sabe identificar quien es Dios, el corazón encuentra descanso cuando esta con Dios, así lo experimentaron estos sabios, así lo han experimentado hombres y mujeres de todos los tiempos que iniciando su peregrinación han seguido las señales y han llegado hasta Dios.

 

 

Y aunque delante del pesebre parece terminar el caminar, el peregrinar de los magos, en realidad inician un nuevo andar. Ahora regresan a su tierra por otro camino. Sí, después de encontrarse con Dios la vida toma siempre otros caminos, no puede ser la misma, no sigue siendo la misma.

 

 

La fiesta de la Epifanía del Señor nos recuerda hoy a nosotros, cristianos, que debemos ser buscadores, caminantes en búsqueda de lo nuevo, de lo trascendente, de lo infinito, de lo que colma los anhelos más profundos del alma. Que debemos tener los ojos bien abiertos y el corazón bien dispuesto para ver las señales que Dios nos envía y no confundirlas con señales que conducen a la desesperación y a la muerte. Señales que nos llevan hasta Dios, hasta donde está el que brinda paz, alegría y plenitud al corazón.  Y que una vez que encontremos a Dios, tomemos otros caminos, otros rumbos, otra manera de ver y vivir la vida.

 

Feliz domingo de la Epifanía del Señor, queridos caminantes, buscadores de Aquel que nos da la alegría verdadera.

 

                                                    Fray Guillermo Alonso OFM

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