Al finalizar la Octava de Navidad, la Iglesia se alegra al celebrar a María como Madre de Dios. Esta es una festividad que se celebra desde antiguo en la Iglesia como una manera de expresar su fe en Cristo.
Origen
Este título no es una categoría que aparezca en las Escrituras, sino que fue parte del desarrollo Cristológico de los primeros años del cristianismo. Lo que sí podemos encontrar en los evangelios es que María es madre de Jesús. Sin embargo, en el siglo V nos encontramos con un problema suscitado en el interior de la comunidad y que tendrá como protagonistas a Nestorio y Cirilo.
Nestorio afirmaba que María no era “Madre de Dios” (Theotokos), sino “Madre de Cristo” (Christotokos), por tanto, ella no sería madre de la naturaleza divina de Cristo, sino solo de la naturaleza humana. También decía que la Virgen María no podía llamarse en propiedad «Madre de Dios» (de la naturaleza y persona divinas del Logos en Jesús), sino solo «Madre de Cristo», a saber, progenitora de la naturaleza y persona humanas de Jesús, concluyendo que «Una criatura no puede generar lo que es increado».
Al respecto, Cirilo responderá que “aunque las naturalezas unidas juntas para formar una unidad real son diferentes, es un Cristo e Hijo el que viene de ellas”, “sin implicar que las diferencias entre ellas sean abolidas por la unión sino que en cambio la Divinidad y la humanidad nos dieron el único Señor, Cristo e Hijo por su […] unificación” (Cirilo de Alejandría, Epístola 4). La conclusión a la que se llegó quedó asentada en el Sínodo convocado en el año 430 y que afirmaba que a María se le podía llamar propiamente «Madre de Dios», porque se es madre de la persona, no solo de la naturaleza, y en Jesús solo había una persona, la divina. Estás afirmaciones fueron confirmadas el año 431 en el Concilio de Éfeso.
Actualidad del dogma
Juan Pablo II afirmó que la Madre de Dios nos dirige siempre al Verbo de Dios, que en la Encarnación asumió la humildad de la condición humana para elevar al hombre a la filiación divina. Con esto podemos considerar que el proyecto de Dios es un proyecto humanizador en vías a alcanzar una dimensión divina que comienza con la iniciativa de un Dios que quiere salvar a todos, lanzando una invitación a la que el hombre responde siempre en libertad.
Esto nos lleva a creer que Cristo nos ha hecho hermanos por la fe en un Dios que es Padre de todos (cfr. Gál 4,6-7; Lc 11,13). Dios mismo se ha hecho Padre y así, al vivir este dogma, María se convierte también en madre de todos los creyentes, a ella nos podemos acercar con confianza como intercesora.
Reflexionemos nuestra fe
Bajo tu amor nos acogemos, Santa Madre de Dios, intercede por nosotros al iniciar este año 2022, condúcenos hacia tu hijo Jesucristo, para que por medio de nuestras acciones hagamos presente el Reino de Dios, un Reino de fraternidad y de justicia, un Reino dónde hagamos posible un lugar para todos.
Piñero, A. Los cristianismo derrotados. ¿cuál fue el pensamiento de los primeros cristianos heréticos y heterodoxos?, EDAF, España, 2007.
https://jsf.com.mx/primer-dogma-maria-madre-de-dios/
https://www.primeroscristianos.com/maria-madre-jesus-madre-dios-theotokos/amp/
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