18 enero 2020

Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo




Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Segundo domingo del tiempo ordinario

Iniciando nuestro tiempo ordinario el evangelista San Juan en este domingo nos narra como Juan el Bautista da testimonio de Jesús: "éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Aunque el relato sigue, nos quedamos con esta frase. Juan el Bautista presenta en Jesús una nueva manera de cómo Dios se acerca al hombre, un Cordero. Ya no es el Dios que pide corderos como sacrificios, ahora es el Cordero que se sacrifica por el hombre, que sufre, se fatiga, se alegra, se goza, todo lo comparte con el hombre, se ha hecho tan cercano a él para entenderlo, comprenderlo y para hablarle con un lenguaje muy entendible para que ahora el hombre pueda comprenderlo a Él.  En la sencillez de un Cordero, Juan presenta a Jesús, ahora es la humildad, la sencillez, lo que distinguirá al Dios que quiere estar con su pueblo.

"Que quita el pecado del mundo".  Aquí el pecado aparece en singular, hay uno solo y es del que libera Jesús. No son muchos, es uno solo. ¿Cuál será ese pecado?  Tiene que ser un pecado que enturbia la imagen que llevamos de Dios, que ya no nos permite parecernos a él. El desamor, ese pecado profundo que daña y envenena el corazón del hombre. De ese pecado nos libera Jesús y nos permite volver a amar, volver a parecernos a Él, con la capacidad de amar lo que Él ama, buscar lo que Él busca, anhelar lo que Él anhela.

El Dios que ya no pide sacrificios, sino que se sacrifica por el hombre, quiere devolverle el amor que libera, engrandece y hace feliz al hombre. Jesús se acerca al hombre, camina hacia él, sin imponerle, sin ordenarle, sin presionarle. Jesús propone, le propone ante el pecado del desamor, la fuerza de un amor que libera y da vida, que hace entrar en relación con Dios y con los otros.

Jesús camina hacia nosotros, es el Dios cercano que nos comprende y que nos habla con un lenguaje entendible para que lo comprendamos a Él. Nos ofrece un amor liberador y que da vida. Démosle la oportunidad de conocerlo.

Bendecido domingo.
Fray Alonso OFM

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